Después de cuatro años

Fueron necesarios cuatro años para tomar el valor de preguntar para recibir una respuesta. Una respuesta que venía acompañada con un ‘esto es sumamente incomodo’.

Si para él fue sumamente incómodo, para mí fue sumamente dolorosa su forma de responder… de reaccionar. No veo cuál es el pecado de enamorarte de tu mejor amigo, no veo cuál es el problema cuando hay de por medio un sentimiento puro y sin ningún tipo de pretensiones.

Yo buscaba solo una respuesta, fuera sí o no. Cualquiera que fuese la opción elegida para mi iba a estar bien, porque tenía la certeza de que lo había intentado todo. Un sí era el detonante para intentarlo y el no, bueno, el no era una razón para seguir adelante y recuperar la amistad de ese personaje que por cuatro años tanto había querido. Sin embargo, desde que para él se convirtió esto en algo sumamente incómodo, ya no tiene ni caso intentarlo. No quiero hablar, no quiero verlo. Creo que aquí se rompió algo y no a raíz de una decepción amorosa, sino a raíz de que de alguna forma le doy asco a mi mejor amigo.

En pocos segundos voy a recibir un… ud pone todo a su manera de ver…

Sí, siento incomodarlo nuevamente, soy un estúpido que coloca las cosas a su «favor».

Deja un comentario